Historias

[...] por el centro todos conocen la historia
del mas pillo y la mas bella del condado
y aunque tiene momentos de poca gloria
es un cuento que merece ser contando [...]
Inocente y perversa como un mundo sin dioses, alegre y repartida como el pan de los pobres <
I just want to see you when youre all alone I just want to catch you if I can I just want to be there when the morning light explodes on your face it radiates I can't escape I love you till the end

I just want to tell you nothing you don't want to hear All I want is for you to say why don't you just take me where I've never been before I know you want to hear me Catch my breath I love you till the end

I just want to be there when were caught in the rain I just want to see you laugh not cry I just want to feel you when the night puts on it's cloak I'm lost for words don't tell me All I can say: I love you till the end
Ya no me encuetro contestando un "yo que sé?", por fin entiendo que en tus redes yo caí. Ya no me encuentro preguntándome "por qué?", por fin entiendo de una vez que es porque sí, porque te ví, te dejé entrar, cerré la puerta y TE ELEGÍ.

LOVE YOU TILL THE END - E & B

lunes, 24 de agosto de 2009

Querido Noah,

Escribo estas líneas a la luz de las velas, mientras tú duermes en la habitación que hemos compartido desde el día de nuestra boda. Aunque no alcanzo a oír tu respiración, sé que estás ahí, y que pronto me acostaré a tu lado, como siempre. Sentiré tu calor, el bendito consuelo de tu proximidad, y tu respiración me guiará lentamente hasta el lugar donde sueño contigo, con lo maravilloso que eres. La llama de la vela me recuerda a un fuego del pasado, que contemplé vestida con tu camisa y tus vaqueros. Entonces ya sabía que estaríamos juntos para siempre, aunque al día siguiente titubeara. Un poeta sureño me había capturado, robándome el corazón, y en lo más profundo de mi ser, supe que siempre había sido tuya. ¿Quién era yo para cuestionar un amor que cabalgaba sobre las estrellas fugaces y rugía como las olas del mar? Asi era entonces, y así es ahora. Recuerdo que al día siguiente, el día de la visita de mi madre, volví contigo. Estaba asusta­da, como nunca en mi vida, porque temía que no me perdonaras que te hubiera dejado. Cuando bajé del coche, temblaba, pero tú sonreiste y me tendiste los brazos, ahuyentando todos mis te­mores. "¿Quieres un café?", dijiste simplemente. Y nunca volviste a sacar el tema. Ni una sola vez en todos los años que hemos vivido juntos. Tampoco protestabas cuando, en los días siguientes, salía a caminar sola. Y si regresaba con lágrimas en los ojos, siempre sabías cuándo debías abrazarme y cuándo dejarme sola. No sé cómo lo sabías, pero lo hacías, y con ello me facilitaste las cosas. Más adelante, cuando fui­mos a la pequeña capilla e intercambiamos ani­llos y votos, te miré a los ojos y comprendí que había tomado la decisión correcta. Más aún, comprendí que era una tonta por haber dudado. Desde entonces, no me he arrepentido ni una sola vez. Nuestra convivencia ha sido maravillosa, y ahora pienso mucho en ella.


A veces cierro los ojos y te veo con hebras de plata en la cabeza, sentado en el porche, tocando la guitarra, rodea­do de niños que juegan y baten palmas al ritmo de la música que has creado. Tu ropa está sucia después de una jornada de trabajo, y estás ago­tado, pero aunque te sugiero que descanses un poco, sonríes y dices: "Es lo que estoy haciendo ". Tu amor por los niños me parece sensual y apa­sionante. "Eres mejor padre de lo que crees", te digo más tarde, cuando los niños duermen. Te quiero por muchas razones, pero sobre todo por tus pasiones, que siempre han sido las cosas más maravillosas de la vida. El amor, la poesía, la paternidad, la amistad, la belleza y la naturaleza. Y me alegro de que hayas incul­cado esos sentimientos a nuestros hijos, porque sin lugar a dudas enriquecerán sus vidas. Siem­pre hablan de cuánto significas para ellos, y entonces me siento la mujer más afortunada del mundo. También a mí me has enseñado muchas cosas, me has inspirado, y nunca sabrás cuánto significó para mí que me animaras a pintar. Ahora mis obras están en museos y colecciones privadas de todo el mundo, y aunque muchas veces me he sentido cansada o aturdida por exposiciones y críticos, tú siempre me alentabas con palabras amables. 

Comprendiste que necesitaba un estudio, un espacio propio, y no te preocupabas por las man­chas de pintura en mi ropa, en mi pelo o incluso en los muebles. Sé que no fue fácil. Sólo un hombre de verdad puede soportar algo así. Y tú lo eres. Lo has sido durante cuarenta y cinco maravillosos años. Además de mi amante, eres mi mejor amigo, y no sabría decir qué faceta de ti me gusta más. Adoro las dos, como he adorado nuestra vida en común. Tú tienes algo, Noah, algo maravilloso y poderoso. Cuando te miro veo bondad, lo mismo que todo el mundo ve en ti. Bondad. Eres el hombre más indulgente y sereno que he conoci­do. Dios está contigo. Tiene que estarlo, porque eres lo más parecido a un ángel que he visto en mi vida. Sé que me tomaste por loca cuando te pedí que escribieras nuestra historia antes de mar­charnos de casa, pero tengo mis razones, y agra­dezco tu paciencia. Y aunque nunca respondía tus preguntas, creo que ya es hora de que sepas la verdad. Hemos tenido una vida que la mayoría de las parejas no conocerá nunca, y sin embargo, cada vez que te miro, siento miedo porque sé que todo acabará muy pronto. Los dos conocemos el diag­nóstico de mi enfermedad y sabemos lo que significa. Te veo llorar, y me preocupo más por ti que por mí, porque sé que compartirás mis sufri­mientos. No encuentro palabras para expresar mi dolor. Te quiero tanto, tan apasionadamente, que hallaré una forma de volver a ti a pesar de mi enfermedad. Te lo prometo. Y por eso te he pedido que escribieras nuestra historia. Cuando esté sola y perdida, léemela —tal como se la contaste a nuestros hijos— y sé que de algún modo comprenderé que habla de nosotros. En­tonces, quizá, sólo quizá, encontremos la mane­ra de estar juntos otra vez. Por favor, no te enfades conmigo los días en que no te reconozca. Los dos sabemos que llega­rán. Piensa que te quiero, que siempre te querré, y que pase lo que pasare, habré tenido la mejor vida posible. Una vida contigo. Si has conservado esta carta y la relees, cree que lo que digo vale también ahora. Noah, dondequiera que estés y cuando quiera que leas esto, te quiero. Te quiero mientras escribo estas líneas, y te querré cuando las leas. Y lamentaré no poder decírtelo. Te quiero con toda el alma, marido mío. Eres, y has sido, lo que siempre he soñado. 
Allie.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Disculpame, tenés hora?


I made this widget at MyFlashFetish.com.

LEMON TREE <

I'm sitting here in a boring room It's just another rainy Sunday afternoon I'm wasting my time, I got nothing to do I'm hanging around, I'm waiting for you But nothing ever happens and I wonder I'm driving around in my car I'm driving too fast, I'm driving too far I'd like to change my point of view I feel so lonely, I'm waiting for you But nothing ever happens, and I wonder I wonder how, I wonder why Yesterday you told me bout the blue blue sky And all that I can see is just a yellow lemon tree I'm turning my head up and down I'm turning, turning, turning, turning, turning around And all that I can see is just a yellow (another) lemon tree I'm sitting here, I miss the power I'd like to go out taking a shower But there's a heavy cloud inside my head I feel so tired, put myself into bed Where nothing ever happens and I wonder Isolation is not good for me Isolation I don't want to sit on a lemon tree I'm stepping around in a dessert of joy Baby anyhow I'll get another toy And everything will happen and you'll wonder I wonder how I wonder why Yesterday you told me bout the blue, blue sky And all that I can see And all that I can see And all that I can see is just a yellow lemon tree

IS THE ANSWER

Profile Graphics, Page Graphics
If the sun refused to shine , I would still be loving you.
When mountains crumble to the sea , there will still be you & me.